Mijail Glinka

Mijail Glinka
 

Mijail Glinka (Novospasskoye, 1 de junio de 1804 – Berlín, 15 de febrero de 1857)

 

Mijail Ivanovich Glinka empezó sus estudios musicales en la ciudad de San Petersburgo, pero fue cuando viajó a la cuna de la ópera, a Italia, cuando conoció la obra de Bellini y Donizetti y recibió su influencia, lo que le hizo empezar a componer ópera cuando estuvo de regreso en su país.

 

Las óperas de Glinka están empapadas de evocaciones a Rusia y con reminiscencias de la música folclórica de su país. A Glinka se le considera el padre de la ópera rusa como tal.

 

En la producción operística de Glinka encontramos los siguientes títulos: Ivan Susanin o Una vida por el zar. Su siguiente ópera tardó cinco años en ver la luz, se trata de Ruslan y Liudmila, que al principio no tuvo una gran aceptación.

 

Glinka murió en Berlín sin haber compuesto ninguna ópera más. No es por su extensa producción por lo que se le cuenta entre los nombres importantes de la historia de la ópera, si no porque el tono evidentemente ruso que supo imprimir en sus óperas son la mejor definición de la música nacionalista de Rusia.

 

 

Cavatina y rondó de Antonida (acto I) – Una vida por el Zar

 

 

Trio (acto I) – Una vida por el Zar

 

 

Polonesa (acto II) Una vida por el Zar

 

 

Muerte de Susanin (acto IV) Una vida por el Zar

 

 

Epílogo. Una vida por el Zar

 

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