Extracto de la entrevista que motivo de su 70 aniversario, Iñaki Gabilondo ha realizado a Plácido Domingo.
A lo largo de la entrevista se han ido repasando momentos y vivencias del tenor a lo largo de su vida dentro y fuera de los escenarios.
Iñaki Gabilondo ha empezado diciendo que Plácido Domingo contaba con el afecto y el respeto de todo el mundo, algo que tampoco es lo más frecuente, y ha preguntado al tenor madrileño como se sentía en ese momento y después de cincuenta años en el mundo de la música. Plácido Domingo ha contestado que cada mañana se maravillaba de poder seguir cantando y que le llenaba de orgullo seguir haciéndolo.
Haciendo una visión retrospectiva en la vida de Plácido Domingo, ha habido un recuerdo a sus padres, Pepita Embil y Plácido Domingo, a los que el tenor ha agradecido que le hubieran dado una doble vida: la física y la musical. recordaba los duros ensayos, y las funciones que sus padres realizaban, y como por la música estuvieron dos años separados, cuando Plácido Domingo era sólo un niño de seis años. El tenor y su hermana viajaron a México dos años más tarde para reunirse allí con sus padres.
Iñaki Gabilondo ha recordado los 134 papeles que Plácido Domingo ha interpretado a lo largo de 3.500 funciones, y le ha preguntado como se podían abordar, y siempre con éxito, roles de registros tan diferentes y de tan diferentes estilos, a lo que Plácido Domingo ha contestado «Cada garganta es un mundo, pero si la técnica está bien y se sabe dar su lugar a cada género, entonces está bien».
El periodista ha destacado la labor de buscar nuevos talentos que, gracias al concurso Operalia, el tenor español está haciendo desde hace mucho tiempo y que Plácido Domingo ha definido como «continuar añadiendo eslabones a la cadena de la lírica».
En la entrevista se ha comentado el acercamiento de Plácido Domingo a otros registros fuera de la ópera propiamente dicha, como pueden ser el pop, crossover, o los mismos Tres Tenores, hecho que algunos habían criticado. Plácido Domingo ha respondido diciendo que esto, aparte del gusto de hacerlo, había acercado a mucha gente a la ópera.
«Si descanso me oxido», ha manifestado, corroborando así el hecho que desde el 19 de mayo de 1961 cuando debutó con su primera ópera importante, La Traviata, no ha cesado de trabajar y aprender, abarcando géneros nuevos, como fue el caso de su incursión en la ópera barroca, con Tamerlano. Plácido Domingo ha dado una lección de humildad y profesionalidad cuando ha reconocido que había tenido que trabajar muy duramente, ensayando a solas hasta altas horas de la noche, porque todos los demás componentes de la compañía conocían muy bien ese repertorio y él no. Sólo un grandísimo profesional, lejos de todo divismo, puede hablar de esta manera. Habla del gran sentido de responsabilidad que tiene, del respeto a los compañeros y al público, y del gran amor que tiene por la música.
Plácido Domingo ha hablado de su gran amor por España, por Madrid, por el Teatro Real y el teatro de la Zarzuela, donde vivió en 1970 uno de los momentos más emotivos de su carrera, al cantar en el teatro donde sus padres habían cantado tantas veces, y por cantar en su ciudad..
El tenor, cuando se le han enumerado las distinciones y reconocimiento de grandes personajes hacia él, ha dicho que lo vivía con una gran emoción, honor y asombro.
Finalmente ha hablado de su esposa, Marta. Ha dicho de ella que es su crítico más certero y cuya opinión valora más y textualmente ha dicho «Yo no tendría la facilidad ni la profundidad para actuar según que partes si ella no me hubiera ayudado, ella siempre está ahí»
Durante la media hora larga que ha durado la entrevista hemos podido ver a un Plácido Domingo que posee la ilusión y el interés de un joven y la sabiduría y experiencia de un hombre maduro lo que sumado, da como resultado un artista extraordinario y un ser humano fuera de serie. Algo que tampoco nos ha sorprendido.
Acabamos con las únicas palabras que se pueden decir cuando se quiere expresar un gran sentimiento de gratitud: Gracias, maestro. Gracias por todo.