Tamino y el Orador interpretan el duo «Die Weisheitslehre» y posteriormente la hermosa aria de Tamino «Sie lebt?..». Tamino es Piotr Beczala y el Orador, Jacob Will. (Opera Zurich, 2000)
TAMINO
Die Weisheitslehre dieser Knaben
Sei ewig mir ins Herz gegraben.
Wo bin ich nun? Was wird mit mir?
Ist dies der Sitz der Götter hier?
Doch zeigen die Pforten,
es zeigen die Säulen,
Daß Klugheit und Arbeit
und Künste hier weilen.
Wo Tätigkeit thronet
und Müßiggang weicht.
Erhält seine Herrschaft das
Laster nicht leicht.
Ich wage mich mutig zur
Pforte hinein,
Die Absicht ist edel
und lauter und rein.
Erzitt’re, feiger Bösewicht!
Pamina retten ist mir Pflicht.
STIMMEN
(von innen)
Zurück!
TAMINO
Zurück? Zurück?
So wag’ ich hier mein Glück!
(Er geht zur linken Pforte.
Stimmen von innen.)
STIMMEN
(von innen)
Zurück!
TAMINO
Auch hier ruft man: Zurück!
(Sieht sich um)
Da seh’ ich noch eine Tür,
Vielleicht find’ ich den
Eingang hier.
(Er klopft an der mittleren Pforte,
der Sprecher erscheint.)
DER SPRECHER
Wo willst du,
kühner Fremdling, hin?
Was suchst du hier im Heiligtum?
TAMINO
Der Lieb’ und Tugend Eigentum.
DER SPRECHER
Die Worte sind von hohem Sinn!
Allein wie willst du diese finden?
Dich leitet Lieb’ und Tugend nicht,
Weil Tod und Rache
dich entzünden.
TAMINO
Nur Rache für den Bösewicht.
DER SPRECHER
Den wirst du wohl bei
uns nicht finden.
TAMINO
Sarastro herrscht
in diesen Gründen?
DER SPRECHER
Ja, ja!
Sarastro herrschet hier.
TAMINO
Doch in dem
Weisheitstempel nicht?
DER SPRECHER
Er herrscht im
Weisheitstempel hier!
TAMINO
So ist denn alles Heuchelei!
(will gehen)
DER SPRECHER
Willst du schon wieder gehn?
TAMINO
Ja, ich will gehen, froh und frei,
Nie euren Tempel seh’n!
DER SPRECHER
Erklär dich näher mir,
Dich täuschet ein Betrug.
TAMINO
Sarastro wohnet hier,
Das ist mir schon genug!
DER SPRECHER
Wenn du dein Leben liebst,
So rede, bleibe da!
Sarastro hassest du?
TAMINO
Ich haß ihn ewig,
ja!
DER SPRECHER
Nun gib mir deine Gründe an.
TAMINO
Er ist ein Unmensch, ein Tyrann!
DER SPRECHER
Ist das, was du gesagt, erwiesen?
TAMINO
Durch ein unglücklich Weib bewiesen,
Das Gram und Jammer niederdrückt.
DER SPRECHER
Ein Weib hat also dich berückt?
Ein Weib tut wenig, plaudert viel.
Du, Jüngling,
glaubst dem Zungenspiel?
O legte doch Sarastro dir
Die Absicht seiner Handlung für!
TAMINO
Die Absicht ist nur allzu klar!
Riß nicht der Räuber ohn’ Erbarmen,
Pamina aus der Mutter Armen?
DER SPRECHER
Ja, Jüngling,
was du sagst, ist wahr.
TAMINO
Wo ist sie, die er uns geraubt?
Man opferte vielleicht sie schon?
DER SPRECHER
Dir dies zu sagen, teurer Sohn,
Ist jetzt und mir
noch nicht erlaubt.
TAMINO
Erklär dies Rätsel,
täusch’ mich nicht!
DER SPRECHER
Die Zunge bindet
Eid und Pflicht.
TAMINO
Wann also wird
die Decke schwinden?
DER SPRECHER
Sobald dich führt der
Freundschaft Hand
Ins Heiligtum zum ew’gen Band.
(Geht ab.)
TAMINO
O ew’ge Nacht!
Wann wirst du schwinden?
Wann wird das Licht
mein Auge finden?
CHOR
(von innen)
Bald, Jüngling, oder nie!
TAMINO
Bald, sagt ihr, oder nie?
Ihr Unsichtbaren, saget mir,
Lebt denn Pamina noch?
CHOR
Pamina lebet noch!
TAMINO
Sie lebt! Ich danke euch dafür.
(Er nimmt seine Flöte heraus)
O wenn ich doch imstande wäre,
Allmächtige, zu eurer Ehre.
Mit jedem Tone meinen Dank
Zu schildern, wie er hier,
(Aufs Herz deutend)
hier entsprang!
(Er spielt, sogleich kommen Tiere
von allen Arten hervor, ihm
zuzuhören. Er hört auf, und sie
fliehen)
Wie stark ist nicht dein Zauberton,
Weil, holde Flöte,
durch dein Spielen
Selbst wilde Tiere Freude fühlen.
Doch nur Pamina bleibt davon!
Pamina! Höre, höre mich!
Umsonst!
Wo? Ach, wo find’ ich dich?
(Er spielt, Papageno antwortet von
innen mit seinem Flötchen.)
Ha, das ist Papagenos Ton!
(Er spielt. Papageno antwortet)
Vielleicht sah er Pamina schon,
Vielleicht eilt sie mit ihm zu mir!
Vielleicht führt mich
der Ton zu ihr.
Traducción
TAMINO
Que la lección de sabiduría
de estos muchachos
quede grabada eternamente
en mi corazón.
¿Dónde estoy? ¿Qué será de mí?
¿Será ésta la mansión de los dioses?
Las puertas muestran…
las columnas muestran
que aquí moran la sabiduría,
el trabajo y las artes;
donde reina la actividad
y no hay ociosidad,
no es fácil que domine el vicio.
Con coraje osaré dirigirme
a la puerta,
mi intención es noble, pura y limpia.
¡Tiembla, cobarde malvado!
¡Mi deber es salvar a Pamina!
UN SACERDOTE
(desde dentro)
¡Atrás!
TAMINO
¿Atrás? ¿Atrás?
¡Tentaré ahí mi suerte!
(Se dirige hacia la puerta del
templo de la izquierda )
UN SACERDOTE
(desde dentro)
¡Atrás!
TAMINO
¿También aquí gritan: «atrás»?
(mira alrededor)
Allí veo otra puerta,
tal vez pueda
entrar por ella.
(Llama a la puerta del centro.
Aparece el Orador)
EL ORADOR
¿Adónde quieres ir,
joven audaz?
¿Qué buscas en este santuario?
TAMINO
El reino del amor y de la virtud.
EL ORADOR
¡Esas palabras son excelsas!
Pero ¿cómo vas a llegar hasta allí?
No te guían ni el amor ni la virtud,
pues lo que te anima son
la muerte y la venganza.
TAMINO
¡Venganza sólo para el malvado!
EL ORADOR
No lo encontrarás
entre nosotros.
TAMINO
¿No es Sarastro el que reina
en estos lugares?
EL ORADOR
¡Sí, sí,
Sarastro es quien aquí reina!
TAMINO
¿Pero no en el Templo
de la Sabiduría?
EL ORADOR
Aquí en el Templo
de la Sabiduría reina.
TAMINO
¡Entonces todo esto es hipocresía!
(se dispone a irse)
EL ORADOR
¿Ya quieres irte?
TAMINO
Sí, quiero irme, alegre y libre,
¡no quiero ver vuestros templos!
EL ORADOR
Explícate un poco mejor,
eres víctima de un engaño.
TAMINO
Sarastro habita aquí,
con eso me basta.
EL ORADOR
Si amas tu vida,
¡habla, quédate aquí!
¿Es que odias a Sarastro?
TAMINO
¡Lo odio por toda la eternidad!
¡Sí!
EL ORADOR
Dime la razón de tu odio.
TAMINO
¡Es un monstruo, un tirano!
EL ORADOR
¿Está demostrado eso que dices?
TAMINO
Lo está, por una mujer infeliz
a la que afligen la pena y el dolor.
EL ORADOR
¿Así que te ha ofuscado una mujer?
Una mujer hace poco y charla mucho.
¿Y tú, joven,
crees lo que te ha dicho ella?
¡Oh, si Sarastro mismo te dijera
el propósito de su acción
TAMINO
¡Su propósito está claro!
¿Es que no arrancó ese ladrón,
a Pamina de los brazos de su madre?
EL ORADOR
¡Sí, joven!
Eso que dices es verdad.
TAMINO
¿Donde está la que nos fue robada?
¿Es que ya ha sido sacrificada?
EL ORADOR
Querido hijo,
decirte eso ahora,
no me está permitido revelártelo.
TAMINO
Aclara ese enigma,
no me engañes.
EL ORADOR
El juramento y el deber
atan mi lengua.
TAMINO
¿Cuándo, pues,
se disiparán estas tinieblas?
EL ORADOR
Cuando la mano de la amistad
te introduzca en este santuario,
para ligarte eternamente.
(sale)
TAMINO
¡Oh, noche eterna!
¿Cuándo te disiparas?
¿Cuándo encontrarán
mis ojos la luz?
CORO
(desde dentro)
¡Pronto, pronto, joven, o nunca!
TAMINO
¿Pronto, decís, o nunca?
Oh invisibles, decidme,
¿vive Pamina aún?
CORO
Pamina vive aún.
TAMINO
¿Vive? Os doy las gracias.
(Saca su flauta)
¡Oh, si yo pudiese,
dioses omnipotentes, para honraros,
describir con cada sonido
mi gratitud, tal como aquí
(señala su corazón),
aquí ha surgido!
(Toca la flauta: enseguida aparecen
animales de todas clases, que
acuden a escucharlo. Deja de tocar
y los animales huyen.)
Qué poderoso es tu mágico sonido,
ya que, flauta querida,
cuando te escuchan,
hasta las fieras se alegran.
¡Sólo Pamina no aparece!
¡Pamina! ¡Escucha, escúchame!
¡Es inútil!
¿Dónde, ay, dónde te encontraré?
(Toca su flauta. Papageno responde
desde dentro con la suya.)
¡Ah, ése es el sonido de Papageno!
(Toca; Papageno responde.)
Tal vez él haya visto ya a Pamina,
tal vez ella venga con él hacia mí !
Tal vez este sonido
me conduzca a ella.