NABUCCO, UNA ÓPERA CRUCIAL PARA EL FUTURO DE VERDI
La ópera Nabuccodonosor, que es el nombre completo aunque no se la conozca así, es importantísima en la carrera de Giuseppe Verdi. El mismo compositor la consideraba la que había iniciado formalmente su carrera como compositor. Es importante por varios motivos y vamos a comentar alguno de ellos.
Nabucco, el resurgir de Verdi
Cuando Verdi recibió el encargo de escribir Nabucco, lo que en realidad quería era abandonar la composición. Había tenido un cierto éxito con su primera ópera, Oberto, pero la segunda, Un giorno di regno, fue un fracaso. Añadido a ésto, y mucho más grave e importante, fueron las muertes de sus dos hijos y su esposa Margherita Barezzi. De hecho fue a despedirse del empresario de la Scala, Bartolomeo Merelli, cuando éste le dió el libreto de la que sería su tercera ópera.
La leyenda, aunque hay discrepancias, nos dice que Verdi, tras echar una mirada al libreto (bastante malo), lo tiró abriéndose por la página donde estaba escrito el coro Va pensiero. No sabemos si es cierto, aunque sí que resulta muy poético. La verdad es que Verdi era un apasionado lector del Antiguo Testamento. En la ópera se cuenta la opresión sufrida por los hebreos a manos de los asirios.
Verdi hizo rapidamente la comparación en la que vivía la Italia del momento bajo la dominación austríaca. El público de entonces también captó ese mensaje y en el estreno, con la Scala lleno de oficiales austríacos, vitorearon el famoso coro sin que la autoridad pudiera reprimir ese entusiasmo.
Las características musicales de Nabucco
Recordemos que esta ópera se estrenó en 1842, concretamente el 9 de marzo. Unos meses más tarde, en mayo, Gaetano Donizetti estrenaría Linda de Chamounix. Con esto queremos destacar que cuando Verdi compuso Nabucco, el belcantismo seguía en auge. Y, recordemos también, que las características de dicho movimiento son absolutamente distintas de lo que encontraremos en la ópera de Verdi.
Para empezar Verdi dobla los instrumentos de la orquesta. Esto significa que las voces también deben ser más potentes, algo que no ocurría en el belcanto. Sin embargo Verdi pide al mismo tiempo la grandiosidad de una voz verdiana con las coloraturas propias del belcanto. Verdi, aún tenía un desconocimiento importante de las voces. Por esto Nabucco es una ópera peligrosa.
Las arias
En Nabucco hay arias de una gran belleza, pero es cierto que algunas son convulsas. En algunos pasajes la tesitura es realmente incomodamente alta para pasar a la zona grave de forma brusca. Lo mismo ocurre con los recitativos. En el caso de la protagonista femenina, Abigaille y su scena Ben io t’invenni…Anch’io dischiuso un giorno…Salgo già del trono se puede ver perfectamente, y este rol ha sido la ruina de más de una voz, entre ellas la de la segunda mujer de Verdi, Giuseppina Strepponi que la cantó en su estreno.
Los números de conjunto y los coros
Aquí es donde Verdi demostró que sí que tenía futuro. El coro Va pensiero, que fue lo primero que orquestó es, además de popular, bellísimo. pero hay otro fragmento que subraya la grandeza de Verdi como compositor. Se trata del concertante del final del acto II, S’appressan gli istanti. Es en ese momento cuando Nabucco desafía al mismo Dios. Está escrito en modo de un canon, e intervienen las voces de Nabucco, Abigaille, Ismaele y Fenena a los que se les añade el coro. La fuerza futura de las composiciones de Verdi se ve en este pasaje.
Lo podemos ver en la grabación del Teatro alla Scala de 1986. Las voces son las de Renato Bruson como protagonista, Ghena Dimitrova como Abigaille, Raquel Pierotti como Fenena y Bruno Beccaria como Ismaele. En el video también veremos a Paata Burchuladze como Zaccaria. Dirige Riccardo Muti.
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