Jonas Kaufmann – La damnation de Faust (Berlioz)

kaufmann-la-damnation-de-faust
JONAS KAUFMANN – LA DAMNATION DE FAUST (BERLIOZ)

 

La damnation de Faust es una obra musical para orquesta, voces solistas y coro, compuesta por Hector Berlioz y estrenada por primera vez en París el 6 de diciembre de 1846, con libreto de Almire Gandonnière y de Gérard de Nerva.

Este es el argumento de La damnation de Faust.

 

Parte I

 

Comienza la obra con Fausto cantando la belleza desolada de una estepa de Hungría durante el alba en la primavera. A lo lejos suena un paisaje sonoro constituido por ecos de una fiesta y ritmos militares. Los sonidos se hacen más precisos y la ronda de campesinos se forma para celebrar la nueva estación. Incapaz de compartir esa sencilla alegría, Fausto se aleja y observa un regimiento de soldados partiendo para la guerra; admira su valor, pero como en el caso anterior no puede participar de su emoción a pesar de oír la célebre Marcha Húngara.

 

Parte II

 

Fausto no puede deshacerse de su melancolía. Está en su estudio, en algún lugar al norte de Alemania, cuando suenan las campanas de una iglesia vecina. La procesión canta la alegría por la resurrección de Cristo. La paz y la serenidad invaden el alma de Fausto, pero surge Mefistófeles para burlarse de él y le ofrece la realización de sus sueños y revelarle insospechadas maravillas. Con un cambio brusco, Fausto y Mefistófeles se encuentran en una ruidosa taberna de Leipzig. Brander entona una antigua balada a propósito de una rata que «está habitada por el amor». Todos los comensales retomarán el tema para convertirlo en una fuga blasfematoria sobre la palabra Amen. Interviene Mefistófeles para desafiar musicalmente a Brander con su “Canción de la pulga”. Disgustado por tanta vulgaridad, Fausto exige que lo lleven a otro lugar. En las orillas de Elba los silfos lo acunan mientras sueña con Margarita. Al despertarse Fausto pide a Mefistófeles ser llevado hasta Margarita. Juntos, con un grupo de estudiantes y soldados, entran en la ciudad en donde ella vive.

 

Parte III

 

De noche, en la ciudad donde vive Margarita, suena el toque de queda. Siguiendo las indicaciones de Mefistófeles, Fausto espera escondido en la habitación de Margarita. La muchacha llega perturbada por la visión en un sueño de su futuro amante. Peina sus cabellos mientras canta una antigua canción, “La Balada del Rey de Tule”. Mefistófeles ordena a los espíritus que embrujen a Margarita para que se lance a los brazos de Fausto. Los amantes se entregan a su pasión y declaran su amor mutuo. En ese momento, entra Mefistófeles advirtiéndoles que la reputación de la muchacha está en peligro: los vecinos saben de la presencia de un hombre en el cuarto de Margarita y han llamado a la madre de la muchacha para que venga. Después de un adiós apresurado, Fausto y Mefistófeles escapan.

 

Parte IV

 

Fausto ha abandonado a Margarita, quien aún aguarda su retorno. Ella oye a los soldados y a los estudiantes a lo lejos, lo cual le hace recordar la primera noche en que Fausto fue a su casa. Mas esta vez él no está entre la multitud. En un paisaje de bosques y cavernas, Fausto pide a la naturaleza que lo cure de su cansancio mundano. Mefistófeles interrumpe la meditación y anuncia que Margarita ha sido condenada a la horca: mató a su madre con los somníferos que le administraba cada vez que Fausto la visitaba. Fausto se desespera, y Mefistófeles le ofrece salvarla si Fausto accede a entregarle su alma. Sin pensar en otra cosa que no sea salvar a su amada, Fausto acepta. Los dos parten cabalgando en sendos corceles negros. Pensando que está camino a salvar a Margarita, Fausto se aterra al ver apariciones demoníacas. El paisaje se vuelve cada vez más horrible y grotesco, y Fausto finalmente comprende que Mefistófeles lo está llevando directamente al infierno. Demonios y almas malditas saludan a Mefistófeles en un lenguaje misterioso e infernal, y le dan la bienvenida a Fausto.

 

Epílogo

 

Un coro canta sobre el “misterio del horror”, mientras Margarita se salva y es acogida en el paraíso

 

Vamos a ver a Jonas Kaufmann interpretando el aria Merci doux crépuscule del acto III, en una producción de la Ópera Nacional de París de 2015, con dirección musical de Philippe Jordan y escénica de Alvis Hermanis. Intervinieron también Sophie Koch como Margherite y Bryn Terfel como Mephistophélès.

Aprovechamos este momento para desear a Jonas Kaufmann un pronta recuperación, ya que ha tenido que cancelar próximas actuaciones debidoa problemas de salud.

 

La traducción del aria Merci doux crépuscule es la siguiente:

 

FAUSTO
(De noche en la alcoba de Margarita)
¡Gracias, dulce crepúsculo!
¡Oh, bienvenido seas!
Ilumina por fin este lugar,
santuario desconocido,
donde siento un bello sueño deslizarse sobre mí
como un fresco beso matinal.
¡Es el amor, espero!
¡Oh, aquí se siente desaparecer la preocupación!
¡Cuánto amo este silencio
y poder respirar el aire puro!…
¡Oh, jovencita!
¡Oh, mi hechicera!
¡Oh, mi amante ideal!
¡Qué profunda sensación me invade
en este decisivo momento!
¡Cuánto me gusta contemplar tu lecho virginal!
¡Qué aire puro respiro!
¡Señor! ¡Señor!
¡Cuánta felicidad después del largo martirio!

 

Comparte: