COMPOSITORES PRECEDENTES DEL VERISMO
No diremos que la ópera es un ser vivo, pero sí un arte vivo que a lo largo de su historia ha ido sufriendo cambios y evolucionando de una manera paulatina. Es decir, no hay una división clara entre una corriente operística y otra, a medida que pasaba el tiempo, los compositores iban investigando y probando nuevas expresiones musicales. Debido a esto, podemos ver que una vez se instaura un nuevo estilo en la ópera, como puede ser el verismo, éste no aparece de improviso y encontramos en el romanticismo, que le precedió estilisticamente, rasgos que ya hacían presagiar que un cambio estaba a punto de aparecer.
Esto lo podemos ver, por citar algunos, en óperas de dos compositores románticos como son Verdi y Bizet.
En el caso de Verdi, por ejemplo, vemos rasgos precedentes del verismo en varias de sus óperas. Citemos en primer lugar La Traviata. En dicha ópera Verdi sitúa la acción del drama en la misma época en que se estrenó. El público que asistió a la representación, en 1853, veía en el escenario a personajes que vivían en su misma época y que vestían del mismo modo en que lo hacían ellos. La protagonista estaba enferma de tuberculosis, que era la enfermedad más temida de aquel tiempo. Este realismo es un rasgo verista. Musicalmente en La Traviata encontramos un elemento que se haría muy popular en el verismo como es el intermezzo. En La Traviata aparece al inicio del tercer acto el primer intermezzo de la historia de la ópera.
Sir Georg Solti dirige este intermezzo de La Traviata. La orquesta es la del Royal Opera House.
En otra ópera de Giuseppe Verdi, Otello, encontramos aún más rasgos precedentes del verismo. Veremos que aquí Verdi ya hace competir la voz con una gran orquesta, sobre todo en los pasajes que cantan los personajes masculinos, como es el caso del protagonista, Otello.
En Otello, también vemos otra característica típica del verismo: las arias se diluyen en la música, se disimulan, por decirlo de una manera simple, algo que el verismo también implantó, del mismo modo que lo hizo Wagner.
Un ejemplo clarificador de lo que decimos es la escena que canta Otello, Dio mi potevi scagliar. Esta pieza es un racconto (un relato) tipicamente verista. La voz va ascendiendo a la par que la orquesta hasta el estallido final. Veamos la interpretación de Plácido Domingo como Otello. Veremos que lo que se podría considerar un aria, queda enmascarado con la aparición de Yago, la música sigue y no se percibe claramente donde termina, porque la acción continúa sin interrupción, lo que hace que el público se quede con las ganas de aplaudir la que suele ser una de las grandes interpretaciones del tenor.
Otro compositor que fue un precedente del verismo es Bizet. Lo podemos ver en la ópera Carmen. Bizet sitúa la acción en un entorno popular: soldados, clases bajas, contrabandistas y toreros, un ambiente real y que muestra los instintos más básicos, resaltando la maldad. Algo que el verismo nos mostrará en toda su amplitud.
Bizet, en la ópera Carmen, adopta también rasgos musicales del verismo como es el leitmotiv. En la Obertura, podemos oir los de la plaza y el torero, la muerte de Carmen y el destino trágico.
Veamos la Obertura de Carmen dirigida por Zubin Mehta en el Royal Opera House.
En la escena final de Carmen, aún hay más características del verismo. El canto spianato, sin adornos, es el que se oye en esta escena, que acaba con el leitmotiv del destino trágico que hemos oído en la Obertura, que se mezclará con el de la plaza de toros. Carmen ha muerto tragicamente, pero la vida continúa, algo real como la vida misma. ¿Puede haber algo más verista?
Así pues, en el romanticismo tardío ya se apunta el nuevo estilo en la ópera que daría tantas óperas inmortales: el verismo.
Veamos esta escena final con Elina Garanca como Carmen y Roberto Alagna cono don José.
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